Exposiciones Universales (Expos)

La idea de reunir en un solo recinto los mayores logros de la industria, el arte y la ciencia nació con la Great Exhibition de Londres en 1851, impulsada por el príncipe Alberto para mostrar la pujanza del Reino Unido en plena revolución industrial. El inmenso Crystal Palace de hierro y vidrio acogió a más de seis millones de visitantes y sentó las bases de lo que hoy conocemos como exposiciones universales.

Entre sus legados figuran la Torre Eiffel (París 1889), el Atomium (Bruselas 1958) y la Space Needle (Seattle 1962); inventos como el teléfono (Filadelfia 1876) o la X-Ray machine (Chicago 1893); e incluso curiosidades gastronómicas, como el helado en cono popularizado en San Luis 1904.